La urbanización Rosa de Los Vientos es sin duda una de las mayores aberraciones urbanísticas del municipio. Situada en la Rambla de Valdelentisco (un paraje natural de gran valor paisajístico) sus cinco torres elevan hasta el octavo piso la primera línea de playa. Estos mamotretos, construidos por la Inmobiliaria Costa Cálida, se han convertido en un ejemplo vivo de la corrupción urbanística y del “todo por la pasta”.
Las
irregularidades de esta lujosa urbanización parecen no tener fin:
La construcción se inició en el año 1992, con el consentimiento del Ayuntamiento de Cartagena, aunque su publicación no se realizó hasta el año 2002. La urbanización supone la ocupación sin licencia del territorio municipal de Mazarrón.
Las 5 torres están situadas en zona inundable y de dominio público hidráulico.
Su construcción no fue nunca sometida a una evaluación del impacto ambiental y paisajístico.
La edificación conllevó la destrucción de vegetación protegida, incumpliendo la legislación ambiental, y la destrucción de yacimientos arqueológicos de alfarería prerromana.
Todos estos obstáculos parecieron no ser suficientes para paralizar las cinco torres y en ningún momento se abrieron expedientes sancionadores. Además de haber contado con todos los permisos de medioambiente, cultura y urbanismo, se le concedió también el permiso de la Confederación Hidrográfica del Segura, a pesar de encontrarse en el cauce de una rambla.
Aún así, son pocos los mazarroneros que protestan. Mucho chismorreo pero nada de acción. Quizá cuando todo a nuestro alrededor sea hormigón, diremos aquello de ‘si hubiésemos hecho algo…’. De momento, la querella criminal contra la alcaldesa de Cartagena y la anterior cúpula de la Confederación Hidrográfica del Segura que emprendieron en su día Ecologistas en Acción “duerme plácidamente” en el juzgado nº 8 de Cartagena.
Si se pudo hacer esto, ¿qué no se puede hacer en este pueblo?